¿BAILAMOS?

            El sedentarismo es uno de los mayores problemas que aqueja hoy en día a nuestra sociedad, incidiendo aún más en nosotros los seniors. Por ello es importante buscar diversas formas para combatirlo, ya que el envejecimiento activo es la clave para mantenerse en formar y vivir mejor la tercera edad apostando por el ejercicio físico, fomentar las relaciones sociales o, por qué no, descubrir un nuevo hobby. Y hoy os contamos que el baile es, quizá, la mejor terapia para aumentar la actividad física a nuestra edad.



Se trata de una actividad fácil y sobre todo muy divertida. Si se practica de forma adecuada, tomando en cuenta ciertas medidas de seguridad, puede ser uno de los ejercicios más beneficiosos para nosotros los seniors. Y es que el baile, además de ser considerado una de las mejores actividades deportivas porque ejercita muchos músculos del cuerpo, también proporciona vitalidad.

Lo mejor de todo es que el baile no sólo aporta efectos terapéuticos en el cuerpo sino también en la mente. Esta actividad puede convertirse en un espacio para la expresión, el esparcimiento y el ejercicio. Es sin duda la mejor actividad para sentirnos activos, tranquilos y felices.

BENEFICIOS DEL BAILE EN LA TERCERA EDAD

Los expertos recomiendan que los seniors debemos practicar algún tipo de ejercicio aeróbico todos los días como mínimo 30 minutos. El baile ayuda en esta tarea y ofrece una multiplicidad de beneficios. Se puede realizar en casa o incluso en alguna academia o centro comunitario que cuente con esta actividad (si añadimos a la actividad física la posibilidad de socializar, miel sobre hojuelas…).

El baile es un tipo de ejercicio aeróbico que permite quemar calorías al tiempo que trabaja el músculo cardíaco. Y la gran ventaja es que es apropiado para cualquier edad. Uno de los beneficios de bailar es que al estar en constante movimiento se eleva el ritmo cardíaco, por lo cual se bombea oxígeno más rápido a través de la sangre. Es por ello que el baile ayuda a reducir los riesgos de sufrir de presión arterial alta y a prevenir enfermedades del corazón y de diabetes. Por otro lado, ayuda a fortalecer los músculos, en especial el de las piernas, caderas e inclusive los brazos. Además, es capaz de aumentar la flexibilidad y la resistencia.

Otro gran beneficio del baile que hace que sea terapia es que mejora la coordinación y el equilibrio. Gracias a esto se pueden prevenir caídas, un problema bastante común a nuestra edad. También ayuda a mantener el peso y a paliar dolores articulares, así como a prevenir la osteoporosis. Pero como ya hemos dicho, el baile no sólo aporta beneficios a nivel físico sino también mental, tanto en el aspecto psicológico como en el fisiológico.



Así, bailar se postula como una gran actividad para reducir el estrés y combatir la depresión, un padecimiento frecuente en los seniors. El estar activos y en contacto con otros, hace que nos sintamos contentos. Asimismo, el baile es terapia para el cerebro: ayuda a ejercitar la memoria y la atención.

Además, potencia la autoestima y la confianza en nosotros mismos, al tiempo que nos ayuda a vencer la timidez y a alejar la soledad. Con los bailes, si se practican en parejas o en salones con grupos, se propicia la interacción con otras personas y el desarrollo de nuevas amistades.

CLASES DE BAILE PARA PERSONAS MAYORES

            Si siempre te ha gustado el baile y ahora ya conoces los múltiples beneficios que tiene para la salud física y mental, es hora de comenzar a practicar, pero, ¿dónde se pueden recibir clases de baile para seniors?

            Pues la inclusión de talleres y clases de baile podría ser una opción fantástica a desarrollar en El Algar Mediterranean Senior Living, a través de un Club de Baile o de la propia entidad.



            Si por el contrario prefieres hacerlo en tu bungaló e ir practicando a tu ritmo, existen numerosos tutoriales en Youtube u otras plataformas como Tik-tok que te ayudarán a aprender los pasos básicos y pasar un rato divertido.

LOS BAILES MÁS ADECUADOS

Aunque el baile es una actividad recomendada para personas de todas las edades y con cualquier condición, es importante tener cuidado en el caso de quienes padecen ciertas enfermedades. Dependiendo del caso, siempre será una buena idea consultar con el médico al comenzar este o cualquier tipo de actividad.

Una vez hayamos consultado con nuestro médico sobre la idoneidad de esta actividad y vamos decidiendo cuál es el mejor estilo para nosotros, hay algunos consejos básicos para iniciarnos con el baile:

-        Usar ropa cómoda: al optar por prendas holgadas y zapatos cómodos no sólo tendremos mayor libertad de movimientos, sino que además podremos evitar posibles lesiones como torceduras o las temidas caídas.

-        Cada uno a su ritmo: cada persona tiene unas capacidades diferentes, así que debemos adaptar la actividad a nuestro propio ritmo e ir incrementándolo poco a poco.

-        Tener confianza en uno mismo: nunca es tarde para empezar una nueva actividad. Aunque creamos que no se nos da bien, debemos dejarnos llevar, probar diferentes modalidades y seguir las instrucciones del profesor. ¡Nos divertiremos y seguro que lo haremos mejor de lo que podamos pensar!



-        Hidratarnos correctamente: al hacer cualquier tipo de ejercicio físico es importantísimo hidratarse adecuadamente, por lo que la mejor opción es llevar siempre a clases una botella de agua reutilizable.

-        Realizar calentamiento y estiramientos antes y después de bailar, que nos permita calentar y enfriar nuestro cuerpo y nos aleje de posibles lesiones.

Por otro lado, existen diversos tipos de bailes. No obstante, hay algunos que son más adecuados que otros. Los bailes de salón son los más recomendados para personas de cierta edad o condición física. Este tipo de bailes suelen incluir movimientos sencillos y repetitivos, importantes para disminuir el riesgo de sufrir caídas.



Otra opción son los bailes country. Existen varios tipos y con niveles de dificultad distintos. Lo más conveniente es comenzar con los niveles más sencillos para ir cambiando de forma progresiva. Es un tipo de actividad que requiere mucha coordinación física y mental, ya que es necesario contar los pasos y coordinarse con la música.

Tal y como comentábamos, una de las grandes ventajas es que dentro del baile existe un amplio abanico de tipos y modalidades, lo que hace que sea más fácil encontrar uno que se adapte a nuestros gustos o condición física. Así, para los más clásicos, los más recomendables son el pasodoble, el chachachá, el tango, el mambo o la salda, mientras que si preferimos algo más rápido y complejo podemos optar por otros más enérgicos como el rock and roll, el swing o la bachata.

Ahora ya, sólo falta poner nuestra música favorita y… ¡a bailar!

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