El último sereno, Pedro Esteban García
Lo recuerdo de niño, de los días de las fiestas patronales, cuando a pesar de la corta edad se nos permitía trasnochar un poco más que de costumbre y volvíamos a casa ya pasada la medianoche. Cuando la orquesta de turno amenizaba la verbena con los últimos compases de su actuación, aparecía por el recinto saludando a los vecinos más trasnochadores. Gorra de plato calada, tabardo de paño azul con doble botonadura de latón dorado, tan solo faltaba unos galones entorchados para poder nombrarle almirante de la Mar Marmenorense. Era su atuendo de los días especiales, como cuando felicitaba las Pascuas y pedía pomposo su merecido “aguilando”, entregando al tiempo una tarjeta con la efigie de un sereno y unos versos de felicitación en la parte de atrás. … Aquí tenéis al SERENO, saludando a los vecinos de la forma más cordial, pues así se viene haciendo desde tiempo inmemorial. … Una linterna de petaca, atrás ...