NUESTRO MOLINO



     En nuestra finca, contamos con el orgullo y la responsabilidad de tener el Molino de Viento de elevar agua con número de inventario 023, que está considerado Bien de Interés Cultural (BIC), del tipo Bien de Carácter Etnográfico, del Siglo XIX-XX, con subcategoría de Monumento por la disposición transitoria primera de la Ley 4/2007 de 16 de Marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, (NIC 21498/2009, nº160686).

 

La Fundación Sánchez Luengo considera que, dada su situación, estado, deterioro y aspecto de abandono, son necesarias obras de rehabilitación y recuperación del Molino. Es por esto que encargamos a un estudio de arquitectura el proyecto Básico y de Ejecución de Rehabilitación y Recuperación de Molino de Agua y construcciones anexas, que acompañan al mismo, para determinar las medidas urgentes para su protección y su conservación, así como la recuperación parcial para su puesta en valor.

 

El molino se encuentra en la ficha del catálogo de edificios y elementos protegidos, y de ésta sabemos que:

-        No se conserva maquinaria interior.

-        Todavía se extrae agua del pozo que tiene nivel freático a 10 m. de profundidad.

-        Se encuentra abandonado.

 

Otros datos técnicos de interés:

El Molino del Agrimensor o del Medidor, número de inventario 023, es del tipo molino de viento de elevar agua, y se encuentra en el margen occidental de la Rambla del Miedo, a 500 m. al Norte de El Algar, Cartagena. Constituye una torre con pozo, sobre plataforma de elevación circular y balsa trapezoidal, y como elemento distorsionante tiene una caseta adosada a la torre para albergar el motor. Además, se encuentra una segunda plataforma con un pozo donde se ubicaba una noria de sangre antiguamente. Se encuentra entre campos de cultivos próximo al campo de fútbol de El Algar. Accesible al Norte a través de Carretera en dirección Los Urrutias. El acceso por el sur se encuentra vallado y no accesible.

 

Algo de historia:

Cuenta la leyenda que los primeros molinos de viento se remontan a Persia Oriental, a mediados del Siglo VII, año 650. Un esclavo, Abu Lulua, presumía de la capacidad de dominar el viento norte y construyó una torre cuadrangular con forma de casa, y fabricada en adobe, con una hendidura donde se ubicaban las aspas fabricadas en mimbre esterilizado. Las aspas giraban por la fuerza del viento en torno a un eje vertical, cuyo extremo producía viento en una muela, y con ella procedía a molerse el grano.

El molino llega a Europa en el Siglo IX, y los diseños europeos son completamente diferentes a la idea inicial de Oriente. El diseño de los molinos de viento europeos consiste en casetas, las cuales contaban con techos apuntados y apoyados en un poste de madera, denominados también como molinos de poste; en el astil existía una rueda dentada la cual engranaba con otra, cuyo eje propiciaba el movimiento de la rueda del molino. Un avance importante en la historia del molino de viento consistió en la aparición de las velas, es decir, palas de rejilla formando el rotor con recubrimiento de tela.

En la Edad Media empezó a observarse otro tipo de molino, el molino de torre, que consistía en una construcción en piedra con tejado cónico y móvil, que puede verse desde Egipto a China (en la zona del Mediterráneo). Esta evolución europea del molino en las costas del Mar Mediterráneo llega a España. Este molino era una torre de mampostería con tejadillo. Puede apreciarse en las Islas Baleares y en las Islas Canarias, que hay molinos pero ligeramente diferentes a los del Campo de Cartagena, en ellos hay 6 aspas. En la zona de Cartagena tienen 8 aspas y en algunos casos, velas.

Testigos de la importancia cultural del molino son las obras literarias “El Libro del Buen Amor” o “Don Quijote de La Mancha”.

 

Los molinos del Campo de Cartagena:

Los molinos de viento constituyen una de las construcciones más típicas del Campo de Cartagena. Abundan por todo el paisaje de la comarca hasta el inicio de la Sierra de Carrascoy. Los campesinos de estas tierras aprendieron pronto a convertir los fuertes vient

os de la costa en energía útil para labores como la molienda o la extracción de agua del subsuelo. Hubo una época en la que el horizonte estuvo dibujado por molinos de viento. Existen molinos de viento en todos los municipios de la zona: El Algar, La Unión, Fuente Álamo, Torre Pacheco, San Javier, Los Alcázares, San Pedro del Pinatar, Mazarrón y la propia ciudad de Cartagena. La tipología de molino del Campo de Cartagena se extiende incluso hasta algunas pedanías pertenecientes al municipio de Murcia, pero situadas en el Campo de Cartagena, al sur de Carrascoy, como Sucina. La mayor parte de estos molinos fueron construidos entre los siglos XVI y XX. Actualmente, se encuentran todos protegidos como Bien de Interés Cultural (B.I.C.) aunque la mayoría de los que subsisten están en estado de ruina debido al desuso. En el Campo de Cartagena pueden encontrarse entre 250 y 300 molinos de viento de diferentes tipos, como pueden ser los harineros, de sacar agua, salineros (que molían la sal y elevaban agua), o aceiteros (que producían aceite).

Ya se ha procedido a la restauración de algunos molinos en el Campo de Cartagena y en la propia ciudad de Cartagena. Algunos de ellos reconvertidos en castillo, palomar, transformador eléctrico…

            La intención de la Fundación Hermanos Sánchez Luengo es rehabilitar el Molino y asegurar su conservación para las generaciones venideras. Es patrimonio del pueblo, es patrimonio de nuestra tierra. Y merece recuperar su esplendor y ser un atractivo más de nuestro entorno.



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